jueves, 26 de febrero de 2009

Los perros ya tienen balneario en Tokio, el 'Dog petit resort'

En el "Dog petit resort Tsunayoshinoyu", centro de bienestar para perros muy cotizado en Tokio, los clientes pueden chapotear en una piscina o relajarse en un "onsen", el célebre baño termal japonés.

Inge, un basset de tres años, nada en la piscina, a 32 grados, siguiendo el trozo de queso que le agita una animadora. "Hace dos años fue operada de las articulaciones. Desde entonces venimos dos veces por semana para su rehabilitación", explica a la AFP su dueña, Yoko Nishida. Después del esfuerzo, Inge se relaja tomando un baño de agua termal a 37 grados.

El lugar se parece a unos baños públicos japoneses, con su vapor de agua, sus pilones de piedra gris, sus duchas y bañeras. Benton, un labrador de 12 años, parece apreciar la ducha con jabón, champú y suavizante especial que le aplica un empleado. Antes, el retriever había tenido su media horita de natación lúdica en la piscina, de siete metros de longitud, todo por 6.000 yenes (4O euros). "Es un poco "demasiado" pero es bueno para la artrosis y, al hacerse viejo, le viene bien", explica Junko Asami, su dueña. Unos minutos después, Benton está equipado con un chaleco salvavidas para facilitarle la natación y "evitarle las agujetas".

Abierto hace dos años, el "Tsunayoshinoyu", que lleva el nombre del "shogun" Tsunayoshi Tokugawa, primer defensor de los perros, funciona a tope, asegura Hiroyasu Ichikawa, el gerente de estas instalaciones, que reciben la visita de 700 clientes al mes por término medio. Propietario una decena de centros idénticos, el grupo Joker prevé la apertura de dos nuevos balnearios cerca de Tokio. Yorkshires, chihuahuas y terriers blancos acuden los fines de semana y sus dueños aprovechan los "onsen" del edificio contiguo. "Los sábados y domingos se reservan con un mes o dos de antelación", precisa Ichikawa.

Los baños calientes no están contraindicados para los perros, asegura Megumi Furuya, una de los seis empleados, salvo que sean mayores o que "les hagan pasar del frío al calor, eso puede conllevar riesgos cardiacos". Los animales también tienen la posibilidad de jugar en un patio y dormir en pequeñas jaulas, llamadas pomposamente "hoteles".

En la tienda canina, se pueden encontrar zapatillas, kimonos, cojines multicolores de atractivos aromas e incluso combinaciones dotadas de una bolsita para recoger sus excrementos (gesto obligatorio en Japón).


Fuente: AFP

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